La historia detrás de esta placa comienza en 1630 con el reinado de Felipe IV que atravesaba una gran crisis económica, debido a que estuvo en guerras de larga duración como la de los Países Bajos, la de los 30 años, la de los rebeldes, etc. Debido a la crisis que acechaba su corona, decidió subir los impuestos, en este caso de la sal, condimento totalmente necesario para la conservación de los alimentos en aquella época y creó el estanco de la sal, que eso hacía que solo Castilla pudiera comercializar con ella y subió un 44% los impuestos sobre ésta. La gente de la zona rural iba a comenzar a pasar bastante hambre, y esta subida de impuestos iba en contra del Fuero de Bizkaia, que hacía que el precio de los productos fuera estable y no pudiera subir ni bajar.
Por ello, el 23 de septiembre de 1631 se intentaron celebrar unas juntas generales pero el en enfado de la gente era tan grande que se postergo hasta el día siguiente y esta vez, 1500 personas ajenas a la asamblea fueron a quejarse a las juntas, pero fue en vano puesto que en 1632 vino el corregidor a implantar el impuesto, desencadenado la muerte de su procurador. El punto álgido fue ya en 1633 cuando 2000 campesinos y marineros en Gernika se alzaron en una revuelta, denominada de la sal por el impuesto, logrando ya lo que querían pero en 1634 cuando Felipe IV decidió quitar el impuesto pero no sin antes pedir las cabezas de las personas que habían iniciado la revuelta pula pula inflavel infantil.